La mañana en la que todos
se hicieron piedra
mientras imantaba mis ojos
en el claro oficio del mentiroso
pude hallar luego en mi
caminata ancha y precisa
una especie de meditación
bastante conclusiva sobre
lo que entiendo por deseo.
Cuando el estornudo pareció llanto
y todos se convirtieron en roca
supuse a mi acertijo nuevo resuelto
a las patadas, pero resuelto
en la mañana sabia del drama azul.
Aguja y brújula
lápiz de vacaciones
afino mi vagancia suprema
mientras siento agua en la cara
y al fin puedo ver que la guerra
no existe o más bien estaba
en sus ojos desde el comienzo.
jueves, 19 de enero de 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)